Mi bandera es la republicana, por lo que representa: libertad, democracia, soberanía popular, feminismo y lucha contra la dictadura. En defensa de ella murieron miles de españoles y fueron represaliados otros tantos. Mi bandera es la constitucional, porque ha representado a mi nación durante siglos y con ella me siento identificado. Además fue el símbolo de la lucha patriótica del pueblo de Madrid contra la invasión extranjera. Dejemos la guerra de banderas ya en el año 2016, las dos son compatibles y democráticas. Pensemos en nuestro pueblo, en nosotros, y en los derechos sociales que estamos perdiendo y construyamos una alternativa ganadora para el cambio. Una cultura patriótica diferente y revolucionaria, más allá de prejuicios.
Aquí se mezcla el sueño y la realidad. La utopía con la razón.