Basta de relatos míticos, no nos van a robar más la historia. Como decía aquel bigotudo con gafapasta: "La historia es nuestra, y la hacen los pueblos". Fraga era un genocida, muy típico de esos demócratas de toda la vida. En la memoria de Julián Grimau seguimos luchando por un mundo mejor, aunque eso algunos no lo entiendan.
Aquí se mezcla el sueño y la realidad. La utopía con la razón.