¿Qué supondrían las
reformas electorales que plantea el PP para el pueblo? ¿Implicarían
contradicciones en el mismo sistema? ¿Inhibe a una parte del electorado?
Para abordar el siguiente tema tenemos que
separar la reforma que plantea el gobierno autonómico de ampliación de
circunscripciones y la que plantea el gobierno de la nación, que no es otra que
dar la mayoría absoluta en un municipio a una lista con el 40% del electorado,
con la contradicción que puede suponer eso en el reparto de escaños.
En primer lugar vamos con la autonómica
para ir escalando jerárquica o competencialmente, no se vayan a enfadar los
constitucionalistas. En nuestra región tenemos 5 circunscripciones electorales,
es decir, 5 conjuntos de electores a partir de los cuales se procede a la
distribución de escaños, conviene saber que la única CCAA uniprovincial junto
con Asturias (3) que tiene más de un distrito electoral es Murcia, además los 5
actuales están a la altura de comunidades tan extensas como Castilla-La Mancha.
Para ver cómo afectan las 5 circunscripciones a nuestra comunidad, vayámonos a
los datos. El reparto de escaños de las últimas elecciones autonómicas:
-PP consiguió 33 escaños con 382.569 votos. Cada diputado le costó
11.593 votos.
-PSOE consiguió 11 escaños con 155.157
votos. Cada diputado le costó 14.105 votos
-IU consiguió 1 escaño que le costó 50.913
votos.
-UPYD no consiguió ningún escaño con
29.236 votos.
Sacando de la cocina de las
circunscripciones, IU conseguiría 3 diputados y UPYD entraría en la Asamblea
con 1 diputado. Los partidos minoritarios se ven gravemente perjudicados,
teniendo que saltar el escollo de la Ley D´Hont y además 5 circunscripciones en
un territorio tan pequeño. No contentos con inhibir ya a una parte muy
respetable del electorado sea de izquierdas (IU) o sea de derechas (UPYD), el
gobierno regional propone una ampliación de las circunscripciones de hasta 15, convirtiéndose
nuestra Región en la CCAA con más circunscripciones de España. De materializarse la reforma de la ley
electoral, cada circunscripción se dividirá en otras aún más pequeñas
beneficiando todavía más a las grandes formaciones, y en especial, a la lista
más votada. Además con la ampliación de distritos, una lista con menos del 40%
podría obtener la mayoría absoluta en la Región provocando una gran desconexión
entre representantes que serían minoría electoral, pero parlamentaria y
representados que son mayoría electoral y no parlamentaria.
Seguimos escalando en el ámbito de las competencias y
llegamos a la propuesta de reforma electoral para municipios, planteada por el gobierno de nacional, que tanta
repercusión mediática tuvo éste verano y que ahora parece ya olvidada. Lo
destacable de ésta propuesta de reforma es que sea alcalde el que encabece la
lista más votada por los ciudadanos, dicho así, parece que nuestros gobernantes
se han tomado en serio ese significante flotante, diría Laclau de la
"regeneración democrática", pero hay algo más. Democracia debiera
suponer transparencia, proporcionalidad en la elección de cargos, nuestro
sistema es parlamentario, es un sistema de mayorías, nosotros elegimos
representantes en el parlamento o, en éste caso en el ayuntamiento y son estos
representantes los que eligen al alcalde o al presidente en cada caso. Si
miramos la parte teórica, la propuesta viene a decir que será alcalde el que
encabece la lista más votada, siempre y cuando obtenga un 40% de los votos, lo
que en la práctica se traduce a obtener la mayoría absoluta con un 40% de los
votos, con la contradicción que supone en nuestro actual sistema de reparto de
escaños. La proporcionalidad que se perdía con el sistema de D`Hont, la
seguimos agravando con esta reforma, y tendríamos un coctel que haría casi
imposible sacar la cabeza a una parte no tan minoritaria del electorado.
Entrando en materia, he cogido un supuesto en el que
se aplicaría esta reforma y lo he pasado por la cocina de la Ley D´Hont para
ver lo que supone que con un 40% se consiga la mayoría absoluta en nuestro
pueblo. Recordemos que en nuestro ayuntamiento la mayoría
absoluta serían 9 concejales ya que tenemos un total de 17.
Pues bien, los resultados en el supuesto
que he elegido con la actual ley electoral serían los que ven sobreimpresionados en la imagen, un
resultado muy igualado donde nadie conseguiría mayorías y se tendrían que
buscar apoyos para gobernar el ayuntamiento. Lo que cambia con esta propuesta
es que la lista más votada, en este caso la del 'Partido Azul' obtendría
automáticamente la mayoría absoluta (9 concejales). Aunque no sabemos cómo lo
harían, intuimos que podría hacerse modificando el reparto de escaños o
regalando un 'plus' de escaños por ganar las elecciones que tendrían que salir
necesariamente de las listas que menos votadas, una descoordinación total de
votos/concejales que les muestro en el siguiente gráfico:
-El Partido Azul con el supuesto 'plus' por ganar obtendría 9 concejales con 3.200 votos y el 40,8% del electorado. Cada concejal
le costaría 355 votos.
-El Partido Rojo obtendría 7 concejales con 2.850 votos y el 36,3% del electorado. Cada concejal
le costaría 407 votos.
-El Partido Verde pierde uno por el 'plus' y obtendría 1 concejal con el 12,7%. Un único concejal le costaría 1000 votos.
-El Partido Amarillo perdería el concejal que tiene por el 'plus'. Así pues no obtendría concejal
con 9.6% y 750 votos.
-Además tendríamos un partido con mayoría
absoluta y carta blanca para gobernar con 3.200 votos frente a 4.600 votos de
personas en el pueblo que no han votado a ese partido, una desconexión
total. Convierte un resultado muy igualado de votos en una aplastastante mayoría absoluta.
-Y lo más desconcertante, votar a un
partido que no haya ganado las elecciones puede llegar a valer 0,35, en el
conteo de votos, mientras que a un partido que las gana 1,2.
¿Por qué no todos los votos valen 1?
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