12 de Abril: El Plebiscito
Tal día como hoy los campesinos de España, los obreros, salieron a votar en masa, se quitaron las cadenas del patrón, del cacique, y dijeron sí a la candidatura republicana y socialista. El pueblo español era por primera vez dueño de sus destinos. Los Borbones se fueron, otra vez por la puerta de atrás.
A partir del día 12 de Abril de 1931 la alegría se precipitó por España, los logros sociales, la democracia, una nueva constitución.
Vamos a recordar estos trés días (12,13 y 14) fundamentales de nuestra historia, como un abrazo a la democracia que buscamos. Con la de memoria aquellos que lo dieron todo para tener lo poco que tenemos y sin el miedo que nos infundaron esos demócratas de toda la vida.
13 de Abril: España quería la República.
Por la mañana, con los resultados en la mano el "comité revolucionario" nacido del Pacto de San Sebastián se reunía con los cabecillas del antiguo régimen, y representantes del ejercito. Mientras en la calle el furor por el cambio estaba desatado, la alegría inundaba todas las ciudades de personas. Niños y mayores.
Nadie se acordaba de la crisis "¿Crisis? ¿Qué más crisis desean ustedes que la de un país que se acuesta monárquico y se despierta republicano?"
Entrada la tarde se proclamaba la República en tres ciudades separadas por kilómetros, pero no por sentimientos. Sahagún (León), Éibar (Guipúzcoa) y Jaca (Huesca) fueron las tres únicas ciudades que proclamaron la República un día antes de la fecha oficial.
El "comité revolucionario" republicano-socialista hizo público un comunicado en el que anunciaba su propósito de: "Actuar con energía y presteza a fin de dar inmediata efectividad a los afanes implantando la República".
Esa misma madrugada el rey telefoneó al subsecretario del Ministerio de la Gobernación, para exigirle que disolviera la concentración que se había formado en la Puerta del Sol, pero éste le contestó que el capitán al mando le había dicho que no; "Puede ordenar a la fuerza que salga, porque los soldados no le obedecerían". "Es lo que me quedaba por saber", le respondió el rey.
Con el rey hundido, era cuestión de horas. Pero España no se fiaba, todo parecía atado pero el pueblo se fue a dormir con incertidumbre. Habían vivido demasiados retrocesos.
14 de Abril: Viva la República Española.
Una fiesta popular revolucionaria, iniciada en Eibar en las primeras horas de la mañana del día 14 de abril de 1931 y perceptible en Madrid -como en tantas otras ciudades- cuando el jornalero de los extrarradios, el artesano y el obrero de los barrios bajos, las obreras del textil o de las nuevas industrias químicas, el estudiante, el profesional y el intelectual de los ensanches se den cita a primeras horas de la tarde en la Puerta del Sol para celebrar el resultado de las elecciones municipales del día 12 y proclamar festivamente la República. Fue, en fin, esa movilización la que dio su primer carácter al republicanismo, un sentimiento sin raíces profundas en la sociedad, tan amplio como difuso, emotivo, nada estructurado, sin partidos, casi sin afiliados; un republicanismo que había avanzado, incontenible por los cafés, las salas de conferencias, las calles, en las conciencias y en los corazones, sin que al mismo tiempo progresara en organización y en definición programática.
Hoy, 14 de Abril del 2014, nos encontramos en un régimen caduco, no ha sabido formar personas democráticas. Un Borbón que, como todos, tiene más de rey de corazones que de otra cosa. La opacidad de sus cuentas es absoluta y los escándalos se suceden. España no era monárquica, nos tuvimos que tragar a Juan Carlos para que el ejército, en esa labor histórica que ha tenido de oprimir al pueblo español no diera más golpes de estado. Aunque está por ver si el elefante blanco, como los que caza a menudo, era el Borbón el 23F.
¿Acaso no hay ningún español lo bastante bueno para ser Jefe de Estado?
Si usted ha pasado estos tres días como si de otros se tratara, le digo más, si usted es de los que le da asco el morado o equipara la bandera republicana con "la del pollo". Siéntese en un sillón y no se de más golpes en el pecho. Le han robado su historia.
Tal día como hoy los campesinos de España, los obreros, salieron a votar en masa, se quitaron las cadenas del patrón, del cacique, y dijeron sí a la candidatura republicana y socialista. El pueblo español era por primera vez dueño de sus destinos. Los Borbones se fueron, otra vez por la puerta de atrás.
A partir del día 12 de Abril de 1931 la alegría se precipitó por España, los logros sociales, la democracia, una nueva constitución.
Vamos a recordar estos trés días (12,13 y 14) fundamentales de nuestra historia, como un abrazo a la democracia que buscamos. Con la de memoria aquellos que lo dieron todo para tener lo poco que tenemos y sin el miedo que nos infundaron esos demócratas de toda la vida.
13 de Abril: España quería la República.
Por la mañana, con los resultados en la mano el "comité revolucionario" nacido del Pacto de San Sebastián se reunía con los cabecillas del antiguo régimen, y representantes del ejercito. Mientras en la calle el furor por el cambio estaba desatado, la alegría inundaba todas las ciudades de personas. Niños y mayores.
Nadie se acordaba de la crisis "¿Crisis? ¿Qué más crisis desean ustedes que la de un país que se acuesta monárquico y se despierta republicano?"
Entrada la tarde se proclamaba la República en tres ciudades separadas por kilómetros, pero no por sentimientos. Sahagún (León), Éibar (Guipúzcoa) y Jaca (Huesca) fueron las tres únicas ciudades que proclamaron la República un día antes de la fecha oficial.
El "comité revolucionario" republicano-socialista hizo público un comunicado en el que anunciaba su propósito de: "Actuar con energía y presteza a fin de dar inmediata efectividad a los afanes implantando la República".
Esa misma madrugada el rey telefoneó al subsecretario del Ministerio de la Gobernación, para exigirle que disolviera la concentración que se había formado en la Puerta del Sol, pero éste le contestó que el capitán al mando le había dicho que no; "Puede ordenar a la fuerza que salga, porque los soldados no le obedecerían". "Es lo que me quedaba por saber", le respondió el rey.
Con el rey hundido, era cuestión de horas. Pero España no se fiaba, todo parecía atado pero el pueblo se fue a dormir con incertidumbre. Habían vivido demasiados retrocesos.
14 de Abril: Viva la República Española.
Una fiesta popular revolucionaria, iniciada en Eibar en las primeras horas de la mañana del día 14 de abril de 1931 y perceptible en Madrid -como en tantas otras ciudades- cuando el jornalero de los extrarradios, el artesano y el obrero de los barrios bajos, las obreras del textil o de las nuevas industrias químicas, el estudiante, el profesional y el intelectual de los ensanches se den cita a primeras horas de la tarde en la Puerta del Sol para celebrar el resultado de las elecciones municipales del día 12 y proclamar festivamente la República. Fue, en fin, esa movilización la que dio su primer carácter al republicanismo, un sentimiento sin raíces profundas en la sociedad, tan amplio como difuso, emotivo, nada estructurado, sin partidos, casi sin afiliados; un republicanismo que había avanzado, incontenible por los cafés, las salas de conferencias, las calles, en las conciencias y en los corazones, sin que al mismo tiempo progresara en organización y en definición programática.
Hoy, 14 de Abril del 2014, nos encontramos en un régimen caduco, no ha sabido formar personas democráticas. Un Borbón que, como todos, tiene más de rey de corazones que de otra cosa. La opacidad de sus cuentas es absoluta y los escándalos se suceden. España no era monárquica, nos tuvimos que tragar a Juan Carlos para que el ejército, en esa labor histórica que ha tenido de oprimir al pueblo español no diera más golpes de estado. Aunque está por ver si el elefante blanco, como los que caza a menudo, era el Borbón el 23F.
¿Acaso no hay ningún español lo bastante bueno para ser Jefe de Estado?
Si usted ha pasado estos tres días como si de otros se tratara, le digo más, si usted es de los que le da asco el morado o equipara la bandera republicana con "la del pollo". Siéntese en un sillón y no se de más golpes en el pecho. Le han robado su historia.
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