Creo que esta canción se ha convertido en un himno compartido por varias generaciones porque es una radiografía de la precariedad que nos atraviesa, que nos condiciona y que nos golpea.
Somos generaciones hijas de la globalización, pero también del neoliberalismo y de la crisis financiera de 2008. Desde pequeños crecimos escuchando a todo el mundo hablar de “la crisis”, y tuvimos que entender lo que era a marchas forzadas. La crisis de 2008 (como la de 1993 que vivieron los nacidos en los 80s) se resolvió haciendo pequeño el contrato social y destruyendo derechos laborales.
La canción nos interpela; todos y todas hemos despedido a amigos y amigas que marchan al extranjero; nos hemos formado por encima de nuestras posibilidades creyendo en la dichosa "cultura del esfuerzo"; y nos hemos sentido solos y solas porque este modelo nos empuja a competir en un “sálvese quien pueda” continuo.
El vértigo nos inunda otra vez al mirar al futuro, escuchar que viene otra crisis no es fácil para muchos de nosotros/as.
Y tengo claro que lo primero es salvar vidas, las vidas de nuestros abuelos y abuelas están por encima del mercado y de cualquier crisis posible. Pero estemos atentos, no nos podemos permitir pagar la factura otra vez de una crisis. Los de arriba tienen que apretarse el cinturón. “Mis amigos”, mi generación, los jóvenes, la clase trabajadora no puede (no podemos) permitirse vitalmente otro golpe.
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-Canción:
-Foto: cuadro "La Danza" de Henri Matisse (1910) + título de la canción "Marta, Guille, Sebas y los demás" de Amaral (2005). Inspirada en @elartepop
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